Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas. Josué 1:9.

El desafío para Josué era tremendo: llevar a todo un pueblo compuesto por miles de personas cansadas que habían estado vagando por el desierto, sin capacidad militar, a una tierra habitada por “gigantes” (Núm. 13:33); a una tierra llena de ciudades amuralladas, aparentemente impenetrables. Gente violenta, inmoral, sin escrúpulos, sanguinaria, adoradora de dioses falsos; gente que los harían añicos tan pronto pusieran un pie en sus tierras.

Sin embargo, Dios le da la orden de marcha, con las siguientes promesas: “Ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. Yo os he entregado… Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Eufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro territorio. Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé” (Jos. 1:2-5).

En esa promesa, por encima de las limitaciones humanas de Josué y de su pueblo, por encima de la “realidad”, de lo visible, estaba la garantía de su cumplimiento: “Como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé”.

Josué confía en Dios, confía en sus promesas, y obedece la orden. Josué se esfuerza en cumplir la voluntad moral de Dios y asegurarse de que el pueblo también la cumpla, y se esfuerza por arremeter contra los pueblos paganos, en cumplimiento del mandato de Dios. Resultado: Israel es imbatible. Nadie puede resistir su avance, mientras se mantiene fiel a Dios. Los muros infranqueables caen como si fuesen de cartón; los gigantes son derribados como si fuesen muñecos de trapo. El Dios de los imposibles, el Dios omnipotente, muestra una vez más los alcances inimaginables de su poder, cuando sus hijos confían en él, se ponen en sus manos para hacer su voluntad, y avanzan con valor y esfuerzo.

Frente a los desafíos y los gigantes que hoy te presente la vida, confía en Dios, tu Padre celestial, esfuérzate y sé valiente, porque “Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas”, y él te dará la victoria.

Tomado de: Lecturas devocionales para Jóvenes 2015
“El tesoro escondido” Por: Pablo Claverie






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